¡Ojo si no lo lees TODO, no entenderás!
El documento se contará a
través de historieta, en el cual PACO,
construye un diálogo con REBECA.
PACO
(P):
Hola Rebeca, nos hemos enterado que eres
una joven capitalista, anti-feminista radical, defiendes la libertad de mercado,
no está de acuerdo con la justicia social, apoyas a la élites y clases altas de
la sociedad, no crees que la educación y la salud sean derechos y tampoco crees
en los programas sociales del Estado - ¿esto es verdad?
REBECA(R): Sí,
¡es verdad!
P: ¿Por qué defender ideas tan radicales para
el siglo XXI?, ¿por qué te encierras en tus ideas, a pesar de que la mayoría de
tus compañeros las desprecian, es más, hasta las ridiculizan?
R:
Aunque
no parezca, lo hago por amor a la humanidad, por amor a mi generación, al
planeta y en especial por amor a mi familia y a mí persona. Y no me preocupa
ser la minoría, tampoco me preocupa que ridiculicen las ideas que yo defiendo,
ellos las defenderán el día que logren entenderlas.
P:
¿Por qué lo dices?
R:
Porque
las ideas que yo defiendo son las ideas que le han traído el desarrollo a la
humanidad, pero, además, son aquellas ideas las que le traerán más beneficios
para todos, incluyéndote a ti Paco y a tu familia; pero que además beneficiarán
a mi familia y en especial a mí misma. Por eso las defiendo, y por eso las
defenderé.
P:
Bueno, si tus ideas son tan magnificas: cuéntanos de ellas.
R:
Lo
primero que debo aclarar es que NO son mis ideas, son teorías del conocimiento
que se han venido construyendo desde finales de la edad media, y que muy
reconocidas e importantes escuelas del conocimiento han defendido a través de
los siglos. Además, grandes economistas, politólogos, humanistas, empresarios, líderes
políticos y sociales las han defendido. Yo simplemente soy una transmisora de
estas teorías a las nuevas generaciones, yo lo que hago es trasmitirlas a mi
generación, haciendo un relevo generacional, interesando nuevas mentes para que
contribuyan.
P:
Entonces entremos en materia, cuéntanos: ¿por qué eres capitalista?
R: Soy
partidaria del libre intercambio de bienes y recursos, creo que cada ser humano
tiene la independencia moral, física e intelectual de intercambiar cosas
(ideas, productos y servicios) con cualquier otra persona que de manera
voluntaria así lo quiera, y esta es la primera razón que justifica la forma en
que pienso, que, en una sociedad de libre mercado, cada individuo actúa por su
sola voluntad, es decir, no se encuentra amenazada, coartada, intimidada etc.
Etc. Y si en esos términos hablamos de capitalismo, soy entonces capitalista;
aunque aclaro que el término capitalista no ha sido acuñado ni defendido por
ningún ideólogo de la libertad mercado, sino al contrario, el término “capitalista”
fue puesto en circulación por personas que NO creen en la libertad de mercado y
que más aún refieren dicho término a la explotación de los trabajadores.
P: Sea más clara, por favor.
R:
Soy
capitalista de libre mercado, es decir, no soy capitalista cuando pensamos en
países donde existen empresas que se han llenado los bolsillos de dinero por
dos cosas: la primera por las concesiones y protecciones que da el Estado a
dichas empresas y la segunda por las medidas que toma el Estado para no
permitir la libre competencia, porque en mí ecuación de capitalismo, TIENE que
existir competitividad.
P: Entonces en los países latinoamericanos:
¿existe capitalismo?
R:
En
la mayoría de países latinoamericanos, no existe un capitalismo desde el punto
de vista del libre mercado, más bien, lo que existe es un capitalismo cooptado,
una oligarquía porque la mayoría de gobiernos se han confabulado con grandes
compañías para que mercados o industrias estén dominados por un pequeño número
de grandes vendedores que en ultimas lo que evitan es la competencia, ahora
bien, en algunos aspectos si podríamos hablar de libre mercado, pero que quede
claro: en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, es el mismo Estado con
los grandes empresarios los que evitan la libre competencia de bienes y
productos, es decir, NO son capitalistas de libre mercado, sino oligarquías
disfrazadas de democracias.
P:
Ahora ¿por qué es tan importante la libre competencia en los mercados?
R: La
respuesta es más sencilla de lo que parece, y tiene que ver con la naturaleza
de la humanidad, es decir, con el deseo natural de las personas de mantenerse
con vida y vivir mejor cada día (como regla general), porque eso es lo queremos
todos, satisfacer nuestras necesidades y las de nuestros seres queridos: papás,
hermanos, cónyuge, hijos etc., y mantener nuestra existencia en el tiempo, en
últimas eso es lo que desea la humanidad: Vivir, pero vivir bien.
P: ¿Pero qué relación tiene eso, con la libre
competencia?
R: Que,
en el capitalismo de libre mercado, una persona se enriquece, es decir, llena
sus arcas de dinero, siempre y cuando satisfaga las necesidades de las demás
personas, lo haga bajo unas altas condiciones de calidad y más aún satisfaga a
la mayoría de personas posibles. Porque quien entregue un producto, o un
servicio a otros y los satisface, recibirá una contra-prestación a dicha
satisfacción producida, es decir: el pago monetario.
P: Pero, ¿qué se requiere para eso?
R:
La
competencia o competitividad, pues cuando existe competencia, se obliga a
quienes venden los bienes y servicios a que cada día lo hagan mejor y más
barato, de lo contrario sus consumidores dejarán de sentirse satisfechos y
optarán por acudir a otra persona que sí cumpla con sus requerimientos, es
decir, a la competencia. Entonces se produce el tira y afloje del libre
mercado, donde un empresario avaro desea llenarse de dinero, pero por otro lado
un consumidor deseoso de que le vendan el mejor producto y con una mejor
calidad y aun precio más barato, esa dinámica es lo que genera por un lado el
desarrollo y por el otro, la
satisfacción a los deseos de la humanidad.
P: Danos un ejemplo, por favor.
R:
Miremos la industria de los celulares, hoy una empresa X saca al mercado la
última gama de teléfonos móviles, eso hace que la competencia, es decir, la
empresa Y tenga que producir un producto móvil o más barato, o al mismo precio
con mayor calidad, y eso se da por la dinámica del mercado, porque el
empresario que comercialice con celulares debe parecer atractivo al usuario o
comprador, para que así logre convencerlo de que adquiera el producto en su
empresa y no que opte por ir a comprarlo a la otra empresa. Y eso debe suceder
con cualquier producto, bien o servicio del mercado. Con el trascurso del
tiempo, la producción se hará más barata y en menor tiempo y por lo tanto en
últimas toda la humanidad terminara beneficiada.
P: Pero hoy en día, no todas las personas del
planeta tienen celulares.
R: Eso
es cierto, pero otra regla del mercado es la progresividad en el tiempo y eso
se genera gracias a la productividad, entre más se produzca determinado bien,
más barato y accesible se hará. Y aunque no todas las personas del planeta hoy
en día cuentan con un celular, la progresividad de la producción de celulares ha
permitido que ese elemento de comunicación
llegue a más del 75% de la población mundial[1]. Y la lógica es elemental,
en el año 1990 la población con acceso a un teléfono móvil era muy pequeña,
luego en el año 2000 esa población aumentó y así sucesivamente año tras año
hasta la fecha actual. Y te aseguro, el mismo mercado en un par de años, se
encargará de llevar los celulares a las poblaciones donde hoy no existen. Y a
nadie, hasta el momento se le ha ocurrido decir que los celulares son un
derecho humano y por lo tanto que el Estado se lo tiene que garantizar
P: Pero, ¿eso mismo sucede con la
alimentación, la educación, la salud?
R: Por
su puesto, y los altos índices de desarrollo humano así lo indican. Por
ejemplo, la esperanza de vida en la edad de piedra rondaba los 30 años de vida,
un poco más en la edad media, aunque en sectores donde surgieron grandes
enfermedades la esperanza de vida se redujo significativamente, eso sí, después
de la revolución industrial, lo que también se podría conocer como la
revolución de la producción, la calidad de vida se duplico o hasta triplico,
existen países tan desarrollados que alcanzan hasta los 72 años de edad como
índice general de esperanza de vida[2]. Y eso lo único que indica
es que los alimentos son mejores, y los medicamentos más baratos y por lo tanto
más accesibles al público. Además la tecnología ha permitido que la medicina
avance, y por lo tanto, sean mejores y más potentes los medicamentos que
defienden nuestro sistema corporal.
P: Empiezo a entender lo que usted llama
“dinámica del mercado”. Ahora, ¿eso en vez de beneficiar a las clases más
pobres, no beneficia a los más adinerados: a los empresarios?
R: Es
que la dinámica del mercado beneficia a ambos, tanto a los ricos como a los
pobres, pero en mi opinión los que realmente se ven más beneficiados son las
clases sociales más pobres. Y esto es porque esas clases sociales humildes
gracias a la progresividad del mercado cada día pueden adquirir más bienes y
servicios y todo gracias a que se abaratan los productos.
P:
Entiendo, pero los empresarios al vender los productos y servicios, sacan sus
ganancias y por lo tanto, aumentarán su capital, entonces crecerá la
desigualdad en la sociedad. Que es la mayor queja contra los países
capitalistas.
R: Es
parcialmente cierto lo que dices, en una primera medida, sí crecerá la
desigualdad entre los más pobres y los más ricos, pero en últimas la
desigualdad no es un problema para el capitalismo de libre mercado porque lo
que hace el capitalismo es combatir las necesidades humanas, no combatir la
desigualdad. En esa medida, lo que nos interesa es que toda la humanidad tenga
satisfechas sus necesidades conforme su proyecto de vida. Y no es objetivo del
capitalismo de libre mercado que todos tengan igualdad de condiciones
económicas.
P:
Ahora pregunto: ¿Por qué al capitalismo no le interesa que todos seamos iguales
económicamente, es decir, que tengamos igualdad de dinero, productos, bienes y
servicios?
R: Pues
porque el mercado de libre comercio o el capitalismo de libre mercado, se
desarrolla conforme evolucionan las acciones del ser humano, porque es el ser
humano quién compra, quién vende, quién hace los negocios y comercializa, quién
trabaja y en últimas quién produce. Y eso implica entender que por nuestra
naturaleza de individuos, cada ser humano que existe en el planeta es
absolutamente distinto a cualquier otro, incluso un hermano gemelo con su par,
y esto es debido a la biología humana, a nuestro ADN: somos absolutamente
distintos espiritual, psíquica y físicamente. Es por ello que nuestro diseño de
futuro personal, es decir, nuestro proyecto de vida sea distinto del de los
demás, como consecuencia los resultados de las acciones de los individuos van
hacer absolutamente distintas. Yo no puedo, ni el mercado puede dar igualdad de
resultado cuando existe diferencia en las acciones de los individuos, porque
además, el capitalismo se alimenta del principio de la responsabilidad, eso es
entender que cada acción o acto humano tiene unas consecuencias y sus
resultados se asumen intuito personae,
en otras palabras, “la responsabilidad de tu vida es tuya”.
P: Sea más específica, por favor.
R:
Mira:
a lo que quiero llegar es que el capitalismo de libre mercado, es el único
sistema que garantiza que las personas ganen según su trabajo, según sus acciones,
sus habilidades y su propia disciplina. Porque este sistema está diseñado para
premiar a quién es más productivo, más juicioso, más disciplinado, más
inteligente, más ahorrativo, más cauteloso al gastar, y no premia en ninguna
medida la mediocridad o la pereza, menos aún la improductividad. Pero sobre
todo, el libre mercado es el único que garantiza que una persona se llene de
dinero por satisfacer las necesidades de otros, esa es la fórmula de oro.
Porque si usted crea un producto, un bien o un servicio, que a otros les
interese, ellos van a comprar dicho bien, producto o servicio y como
contra-prestación a la satisfacción prestada, usted recibirá un pago.
Acompañando un refrán popular: “impacta a millones y te llenaras de millones”.
P:
Entonces: ¿En el capitalismo de libre mercado, no es verdad que los ricos se
harán más ricos y los pobres más pobres?
R: Sí,
porque no es verdad. El empresario que tiene mucho dinero, el día que deje de
prestar un buen servicio o producto, será castigado por los consumidores y de
inmediato irá a la quiebra. Porque otro empresario prestará un mejor servicio o
producto. En cambio, el pobre seguirá mejorando su calidad de vida porque a
diario conseguirá bienes y servicios a mayor calidad y a mejor precio, de eso
se encargará el mercado. Pero recuerda que en la ecuación debe existir la
competitividad.
En resumidas cuentas, una
sociedad capitalista de libre mercado es más justa porque: 1. Permite que los
productos, bienes y servicios sean de mejor calidad y más baratos cada día, 2.
Se premia a quién se encargue de satisfacer las necesidades de los demás, 3.
Construye una sociedad más equitativa ya que cada quién gana según sus
habilidades individuales, 4. se respeta la voluntad de acción de cada ser
humano y nadie tiene la facultad para obligar a otro a actuar de determinada
manera y 5. En una sociedad capitalista de libre mercado, si los ricos son más
ricos, los pobres serán menos pobres.
P: ¿Cómo así que en una sociedad capitalista
de libre mercado, si los ricos son más ricos, los pobres serán menos pobres?
R:
Claro, porque no es lo mismo ser pobre en Zimbabwe, Haití, Venezuela, República
del Congo o Corea del Norte, que ser un pobre en Holanda, Suiza, Hong Kong y
Estados Unidos, por regla general los pobres en los países menos capitalistas
de libre mercado son 10 veces más pobres que los pobres de los países
capitalistas de libre mercado, y esto se debe a que entre más riqueza exista en
una sociedad, menos pobreza habrá.
P: Gracias Rebeca por compartirnos tus ideas,
en la próxima entrevista hablaremos del feminismo radical, de los motivos por
los cuales no crees que la Salud y la Educación sean derechos, pero además del
porque no crees ni en la Justicia Social, ni en los programas sociales de los
Estados.
R: Gracias
a usted Paco, puedo agregar algo antes de terminar.
P:
Claro que sí, pero que sea breve.
R: Otra
razón por la que defiendo el capitalismo de libre mercado es por estética,
porque la belleza de las casas, edificios y ciudades y todo tipo de bienes y
servicios en un país capitalista de libre mercado no se comparan con la ruina,
pobreza y miseria de los países menos libres y menos competitivos. En resumidas
cuentas, el capitalismo es hasta estéticamente más superior tal como lo dijo el reconocido economista Javier Milei.
Hong Kong, China: (CON Capitalismo de Libre Mercado).
Obtenida de: data:image/jpeg;base64
La Habana, Cuba: (SIN capitalismo de libre mercado).
Obtenida de:
comps.canstockphoto.es
Redactado por: Mauricio Dillinger.
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